LA TOXOPLASMOSIS Y LAS MUJERES EMBARAZADAS
Este es un tema complejo y delicado, que genera gran cantidad de dudas y malentendidos, por lo que queremos explicároslo de la mejor manera posible.
La Toxoplasmosis es una enfermedad producida por un parásito llamado Toxoplasma gondii. Puede afectar tanto a humanos como a muchas otras especies de mamíferos y aves. Alrededor del 30-40% de personas y gatos son seropositivos, es decir, que han tenido contacto con este parásito.
Los gatos se contagian por vía digestiva al ingerir carne contaminada, o bien por contacto con huevos del parásito de heces de otros gatos, o bien por vía transplacentaria durante la gestación.
En el gato toxoplasma origina quistes en el sistema nervioso central, en los músculos y en otros órganos, causando síntomas muy variables: respiratorios, digestivos, oculares, nerviosos… También pueden presentar síntomas inespecíficos como fiebre, pérdida del apetito…
Para diagnosticar la toxoplasmosis es necesaria la realización de analítica sanguínea (por serología).
Los gatos eliminan los ooquistes (huevos del parásito) por las heces solamente una vez en su vida, durante un período de 3 a 21 días. Las formas infectantes de los quistes no llegan a estar presentes en el pelo del gato aunque éste se acicale.
En los perros es muy diferente ya que éstos no pueden transmitir la enfermedad al no eliminar en sus heces las formas infectivas del parásito (ooquistes).
La toxoplasmosis es una enfermedad que muchas personas han padecido sin percatarse de ello, ya que sus síntomas son similares a los de la gripe. Estas personas quedan inmunizadas a la toxoplasmosis, de modo que las mujeres embarazadas ya no deben preocuparse por sus bebés.
Las embarazadas deben someterse a un análisis para detectar si han estado o no en contacto con el parásito, si presentan anticuerpos. Aquellas mujeres embarazadas que no presenten anticuerpos deben tomar medidas higiénicas para prevenir el contacto con toxoplasma. Las posibles fuentes de contagio son la carne cruda, los vegetales contaminados, la tierra y las heces de gatos infectados.
Por tanto, las medidas preventivas (tanto si ya han tenido contacto como si no) son: Cocinar bien la carne y no probarla antes de que esté completamente cocinada.
Usar guantes o lavarse muy bien las manos tras el contacto con carne cruda.
Lavar bien la tabla de cortar la carne, así como los demás utensilios de cocina.
Lavar bien todas las frutas y verduras antes de comerlas.
La arena de gato debe ser cambiada a diario y limpiar la bandeja con agua caliente, preferiblemente por otra persona que no sea la mujer embarazada. O usar guantes.
Utilizar guantes para trabajar en jardines.
Lavarse bien las manos con jabón y agua tibia antes de comer o preparar alimentos. Debemos alimentar a nuestro gato con pienso, evitando darle carne o vísceras sin cocinar.
La toxoplasmosis se da en una de cada cincuenta mil mujeres embarazadas, no siendo el contacto con el gato la principal fuente de contagio. No olvide que la higiene es la mejor arma para prevenir esta enfermedad.